Hoy te quiero platicar de un tema que no es grato pero necesario, ya que sólo así podremos ayudar a muchos a no pasar por ello: el abuso sexual en la infancia.
Negarnos a la posibilidad de que les suceda a nuestros pequeños o no hablar del tema, no los protege. El abuso sexual es real y tiene cifras alarmantes.
Según los datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos “OCDE”:
- México es el primer lugar a nivel mundial en materia de abuso sexual, violencia física y homicidio de menores de 14 años.
- 1 de cada 4 mujeres y 1 de cada 6 hombres han sufrido abuso sexual.
- El 75% de los casos han sido cometidos por miembros de la familia o personas consideradas de confianza.
Los temas relacionados con la sexualidad siguen llenos de tabúes, mitos y falta de información, eso nos coloca en un lugar más vulnerable.
Dentro de los tabúes y mitos más comunes están:
Nombres incorrectos: Muy probablemente has escuchado o dicho alguna palabra para sustituir el nombre de los genitales y esto dificulta que los niños los incorporen como una parte más de su cuerpo, entienden que sus genitales son algo vergonzoso que no se nombra y mucho menos se toca.
Falta de información: Aun cuando los niños crecen sin tener la información necesaria sobre sus genitales, el cuidado y protección que deben tener esto no evitará que se auto exploren (lo cual es algo normal) por el contrario, los hará más vulnerables. A partir de los 2 años que ya tienen mejor comprensión del lenguaje puedes darle instrucciones claras “éste es tu pene, sólo tú lo puedes tocar, y lavarlo”. Tenemos que hacer saber al niño que su cuerpo nadie más lo debe de tocar y que en caso contrario lo tiene que informar para poder ayudarle.
Crianza: Crecimos y educamos con algunas frases que nos conllevan a obedecer, respetar y no contradecir a los adultos y entre más sumiso es un niño es más fácil que se convierta en víctima (no estoy diciendo que no deba de existir obediencia o respeto, pero siempre cuidando el bienestar de los niños).
En estos casos lo mejor es explicarle con ejemplos como el siguiente:
“Hijo, si un adulto te dice “quítate la ropa, vamos a jugar” no tienes porqué obedecer y esta bien que me platiques”.
Esto nos regresa al punto anterior: un niño con información, que establece límites y que sabe que los adultos no siempre tienen la razón, es un niño protegido.
Existen conductas que si bien por sí solas no indican únicamente abuso sexual si dan pauta para identificar que la persona está pasando por alguna situación difícil.
- Conducta retraída o aislamiento.
- Ataques de ira.
- Pesadillas frecuentes.
- Dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido.
- Miedo a una persona o lugar en particular.
- Daños físicos (moretones, rasguños).
- Vocabulario o conducta relacionada a temas sexuales
¿Qué hacer ante un caso de abuso?
- Como adultos responsables lo más importante es tener presente que el más afectado es quién sufrió el abuso.
- Creer en lo que dice.
- Escuchar sin regañar o reprochar.
- No buscar justificar el hecho.
- Buscar ayuda de especialistas.
Padres presentes con buenos vínculos con sus hijos en donde la confianza y la información no merme son la mejor manera de prevenir.
Soy Ruth Palatchi psicóloga y en Centro Láak’in ¡queremos que estés mejor!
Tengo este abuso desde niña y aunque lo he tratado con muchos métodos es Una constante en mi vida me ha generado codependencia ¿Que hago?
Gracias por escribirnos!
Te invitamos a intentarlo por medio de psicoterapia en donde además de tener mayor claridad podrás ir sanado esas heridas.